Allá por 2001 cuando internet aun estaba por desarrollar tal y como lo conocemos hoy día, comprar un álbum dependía mucho de su caratula, de lo que fuese capaz de trasmitir. Yo, un joven iniciado en el metal en aquella época, me encuentro en mis manos una de las mejores portadas que vi jamás y madre mía la joya musical que albergaba dentro. Nacidos tras la disolución de la banda Mithotyn, su guitarrista Stefan Weinerhall, decide buscar una voz limpia y teatral para su nuevo proyecto Falconer. El elegido es Mathias Blad un actor de teatro y ópera, que bueno, aceptó poner voz a un grupo de power metal. Y esa es la gran diferencia del resto, aquí no hay chillidos ni agudos sin sentido, aquí hay calma y tonalidades ambientales. En solo 3 semanas graban esta obra maestra consiguiendo el éxito de entre los miles de grupos idénticos que ya surgen en esos años. Su apertura "Upon the grave of guilt" sigue escuchándose igual de poderosa que el primer día. La batería suena que atruena y las guitarras cabalgan desbocadas. Todo amenizado con un toque folklórico medieval. Riffs muy rápidos y simples, pero bien encajados. La voz lírica de Mathias hace un buen cambio de ritmo en mitad del tema que vuelve la coger velocidad para finalizar de una manera limpia. Qué nos queda? Un power metal compacto, que se deja degustar, sin complicaciones pero con las ideas claras y con uno de los mejores vocalistas en la actualidad. Soberbio!!!
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